lunes, 18 de mayo de 2015

PERO SIGUES.


Siento tu mano, golpea mi rostro
Pero no soy yo, yo me fui, ya morí hace tiempo.
Fue cuando decidí que tu valías más que yo.
Que tenías razón, aquel vestido era muy corto, tanto que me hacía ver como una prostituta.
Que tenías razón, no sirvo para nada, la comida estaba salada.
He sido una mala mujer.
Lo que queda de mí, mi cuerpo, siente tu puño golpeándo imparable
No seas tan duro solo deja pasar esta vez.
Pero sigues… mi mirada se pierde, mis ojos están hinchados y morados.
De repente paras, vaya a saber por qué
¿Será que fue suficiente o te preocupa que no pueda maquillar más las marcas? ¿Estarás cansado?
Te vas a dormir.
Estoy tirada en la sala con mi cuerpo hinchado y adolorido.
Me levanto, tomo pastillas para el dolor.
Me baño, me quito la sangre,
Arde.
Te levantas.
No prepare la cena, las pastillas me adormecieron.
Estúpida.
Te pido perdón de rodillas, ruego que no me hagas nada
Te inclinas, me cubro la cara
Me besas, ojala no me violes hoy.
Me abrazas, pides perdón
O algo así...
“¡Hey! ni que yo fuera a hacerte daño mi amor, la cosa de nada que paso, no va a volver a pasar, es que vos no colaboras conmigo, yo solo quería que entiendas que lo que haces está mal, estaba cansado, te amo, perdón, es que el enojo me cegó”
Quiero golpearte, no lo hago.
Te perdono o muero.
Me llevas a cenar, me compras flores y un vestido.
Eres dulce.
Te emborrachas.
Me Violas.
Me golpeas.
Te sobrepasas esta vez.
Mi cuerpo se muere.

jueves, 14 de mayo de 2015

Exiliarme de mi


Quiero librarme de los esquemas de lo que tengo que ser y hacer para ser algo en la vida, para ser la más linda, la más buena, la que todos quieren y además ser autentica y natural (seguro ¡ja!), porque al parecer hay una guía que lo indica, aunque yo todavía no la encontré.
Entonces voy, quizás como vos,  buscando ser la más linda, la más buena, la más querida, la más todo y me pierdo en ese laberinto interminable de farsas que parecían ser reales, siendo eso que no soy pero inevitablemente vuelvo a mi esencia, de a poco, como quien arma una torre de naipes, así de frágil, así de difícil.
No quiero ser artificialmente natural, no quiero vivir con una guía inexistente e insostenible, quiero permitirme reír cuando tenga ganas, incluso en algún que otro momento inadecuado, quiero permitirme llorar de tristeza, de rabia de ira, quiero, necesito, sentirme libre y aprender a volar. Exiliarme de mí y de mi bendita estructura es lo que necesito.